Por José Navarro

Si es necesario que salgas de tu casa, es importante que te cuides a ti y a los demás; por lo cual siempre debes usar cubrebocas, sin embargo, nuestra piel apenas empieza a acostumbrarse a ellos. Aunque su uso protege nuestra salud, sabemos que no es el mejor amigo para nuestra piel, dado que, por el roce, el sudor y la humedad que provoca el uso constante de este puede provocar que surja sequedad, irritación o en ocasiones acné, también conocido como maskne.

No obstante, su uso es imprescindible en esta nueva normalidad y lo que tenemos que hacer es aprender a cuidar nuestra piel bajo estar circunstancias, por esta razón, te decimos cómo preparar la piel para esta temporada de otoño antes de ponerte cubrebocas, mascarillas o caretas.

• Limpia tu rostro

La limpieza facial es de vital importancia para el cuidado de la piel, dado que existen muchos factores que perjudican la calidad de la piel del rostro, como la contaminación, el sol, el viento, el clima, la mala alimentación, el maquillaje; y ahora el uso del cubrebocas. Por lo cual, lo primero que debes realizar es lavar bien la cara para evitar que se formen bacterias por la humedad que se genera entre la piel y el cubrebocas; además, esto pude prevenir problemas dermatológicos. Del mismo modo, utiliza jabones suaves o neutros, ya que son ideales para la piel sensible y, para asegurar que la piel esté completamente limpia, puedes usar agua micelar.

Por el momento, olvídate de los astringentes (tipo de tónico) pues la mayoría tiene alcohol y lo que menos quieres es seguir secando o irritando la piel. Recuerda realizar este paso antes y después de usar el cubrebocas.

• Utiliza un suero hidratante

Una buena hidratación genera que los niveles de agua de la piel estén equilibrados y que la barrera protectora se vea más fortalecida y flexible, lo que lleva a que las zonas más delicadas del cuerpo, como el rostro, estén protegidas, cuando tu piel se reseca, se vuelve áspera y menos elástica. Luego comienzan procesos de descamación y agrietación que provocan la aparición de las temidas arrugas, que con el tiempo le dan a tu piel un aspecto envejecido.

Para contrarrestar estos efectos es necesario emplear en nuestra rutina productos que ayuden a tu piel a aumentar la retención de agua y así permanezca hidratada, por ello utiliza sueros para hidratar el rostro que estén hechos a base de ácido hialurónico y glicoproteína (un compuesto que se encuentra en una bacteria que habita en algunas algas del fondo de la Antártida), ya que estos componentes ayudan a interactuar con los factores medioambientales externos con efectos positivos con respecto al envejecimiento extrínseco. Los componentes del ácido hialurónico mantienen los niveles de humedad en la piel, gracias a sus propiedades de retener agua, y contrarrestan el efecto del envejecimiento, asimismo, la glicoproteína contiene propiedades crio protectoras y reestructurantes que protegen a tu piel de la sequedad, mientras favorece tanto su cohesión como su regeneración, pues disminuye la profundidad de las arrugas y mejora el proceso de cicatrización.

• Sella con una crema humectante

Aplica una crema untuosa que ayude a regenerar las lesiones por el roce del cubrebocas y la presión de los resortes de las mascarillas, ya que la principal función de éstas es proteger la barrera de la piel y mantener su humedad, dado que la piel representa la primera forma en que nos presentamos al mundo exterior; también se considera una ventana al estado de salud.

Para prevenir el desgaste y envejecimiento cutáneo por el uso constante de mascarillas es esencial aplicar activos antioxidantes, con el fin de reducir al mínimo el efecto de desequilibrio en nuestras células y retrasar la muerte celular que se oculta tras el envejecimiento de la piel, de esta manera existen cremas formuladas con la más completa cantidad de sustancias antioxidantes de origen natural; por ejemplo, vitamina E, carotenoides (como los extractos de granada), polifenoles (como el extracto de té verde), el extracto de semilla de uva y la coenzima Q10, que es capaz de reducir la vitamina E oxidada y así evita que este excelente antioxidante se agote en la piel por influencia de la radiación UV que se filtra a través del cubrebocas.  Asimismo, estas cremas también contienen sustancias emolientes, suavizantes y humectantes provenientes de modificaciones del aceite de oliva que le dan a tu piel suavidad, humectación y elasticidad.

Finalmente, el otoño es una estación complicada por los cambios continuos en el tiempo, pero, también es la estación ideal para ayudar a la piel del rostro a recuperarse por los estragos del verano y del uso constante de cubrebocas, por ello, es importante prepararla para la llegada del invierno con los consejos compartidos. Además, es recomendable usar mascarillas hechas con un material que mantenga la piel más fresca. Por esta razón, algunas opciones son utilizar aquellos cubrebocas que están hechos de algodón ya que cuentan con un tejido apretado o bien, utiliza una mascarilla quirúrgica. Trata de evitar los poliésteres y otras telas sintéticas, que sólo hacen que la piel sude más. Opta por uno que no haga que la piel se enrojezca y sobrecaliente.

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