Tequila Cosmos un elixir especial
A celebración; a canto intenso; a historia; a cultura; a México; cuando se degusta el tequila, a eso sabe. El producir la bebida espirituosa que nos define y enaltece como país implica un compromiso, uno es el Tequila Cosmos que asume gracias a la pasión por crear un destilado extraordinario que redefine la trascendencia de la palabra especial. ¿Y por qué afirmamos serlo? Porque Tequila Cosmos Extra Añejo Cristalino y Tequila Cósmico Añejo Cristalino surgen de una sensibilidad, un expertise y una calidad sin precedentes.
Génesis único
En el inicio, es la atención irrestricta hacia la tierra, asidero de nuestras raíces, suelo que nos arraiga y robustece fidelidades, comenzando por el respeto al medio ambiente. Para optimizar los recursos naturales, Tequila Cosmos emplea cuarenta por ciento menos agua que los procesos tradicionales, recicla la levadura y vinaza, y el bagazo resultante es utilizado en una caldera ecológica que propicia el ahorro energético.
Y allá, en Jalisco, en el vasto horizonte de los campos del Valle de Tequila, nace la materia prima de la marca, punto de partida de un viaje que inicia con el cuidado de los plantíos de agave. La cosecha se lleva a cabo en el momento exacto de maduración, no cuando debe de ser si no cuando tiene que ser, para que los Maestros Tequileros de la firma supervisen el eaux de vie que, a lo largo de un lustro, evolucionará en las barricas de roble americano. Misticismo gustativo, carácter global, clase única: las promesas cumplidas.
Proceso curatorial
Es el agave azul (Agave Tequilana Weber, variedad azul), que ostenta Denominación de Origen, el comienzo de todo. De ahí se obtienen las mejores piñas mediante un procedimiento en el que la primera poda de penca se efectúa a los cuatro años, de entre ocho a diez años para que la piña madure y tenga la cantidad necesaria de azúcares antes de llegar a la jima.
En efecto. La cocción simultánea de las piñas, parte clave del tratamiento, exige varias horas para obtener un resultado límpido que garantice lo mejor del agave: un caldo extra puro.
Una vez superada esta fase, se procede a la molienda para la extracción de la miel de agave, en Tequila Cosmos solo utilizan primera miel resultante, la cual se introduce en tanques de hasta 50 mil litros para su fermentación. En esta etapa se forman otros compuestos que contribuyen a las características sensoriales de Tequila Cosmos.
Al concluir la fermentación se procede a una doble destilación en ambas, se realiza retiro de cabezas y colas para separar los alcoholes indeseados; y solamente utilizar el corazón de la destilación. Viene, después, el añejamiento, que en el caso de Tequila Cosmos se utilizan barricas de roble americano nuevas, las cuales aportan aromas y sabores especiales.
La recta final en la elaboración de los exclusivos lotes de la marca se enfoca en un punto crucial: el filtrado, una fase pausada y meticulosa orientada a depurar el color propiciado por el añejamiento, pero conservando sus notas características. Este procedimiento brinda una suavidad especial al tequila Extra Añejo Cristalino, permitiéndole atesorar todos los acordes relevantes que perfilan la personalidad de este destilado extra premium.
A la vista
Gran brillo y claridad, color cristalino con intensos tonos plateados y sutiles destellos dorados.
Al olfato
Redondo, gracias al balance entre frutos secos, vainilla, roble musgoso y ligera nota herbal. Ostenta, también, sutiles notas dulces, a agave cocido, que remiten a su origen.
Al gusto
Untuoso, terso y de gran cuerpo, su sabor confirma las promesas aromáticas: dulce y ligeramente amargo.
Fin de boca
Sensación persistente y cálida, de gran permanencia y grácil carga etílica que, en sinergia, construyen un balance idóneo.
Por ello, cuando se afirma con orgullo que todo aquello firmado con pasión por Tequila Cosmos es especial, es porque no hay margen para controversias. Es sin duda el destilado ideal para la persona que está en busca de un tequila que lo acompañe en su estilo de vida y en las experiencias que tiene por compartir.
